Lupus, de Frederik Peeters

Lupus, de Frederik Peeters, es un claro ejemplo para cualquiera que desconozca el medio de que el cómic puede tratar cualquier género o temática.

Lupus podría considerarse un relato de ciencia ficción más o menos clásico a primera vista. Pero Frederik Peeters nos narra una historia de amistad, amor y básicamente sobre lo que implica hacerse mayor. La despreocupación inherente de la juventud se pierde debido a los acontecimientos que depara la vida, y de poco o nada sirve intentar madurar antes de tiempo. Es un canto a vivir el momento, desmitificar la juventud y darle un sentido a la vejez.

Un autor TOP

En mi opinión, Frederik Peeters es de lo mejorcito que hay como dibujante y narrador actualmente en la escuela europea. Tiene un estilo de dibujo reconocible y a la vez muy adaptable, así como un diseño de personajes increíble. Toca todos los palos y tiene una producción asombrosa. Una de sus primeras obras, Píldoras azules, es una maravilla autobiográfica sobre su relación sentimental con una chica seropositiva, madre de un hijo con la misma enfermedad. Un cómic – o novela gráfica, como queráis – muy recomendable para cualquiera. Reconozco que este autor para mí es una debilidad, y lo comparo mucho con Naoki Urasawa, que también destaca por lo mismo: la versatilidad de personajes y la narración.

Aunque en el caso de Lupus, la historia se desarrolla para mi gusto de forma excesivamente lenta y pausada. El autor siempre se ha sentido cómodo con las escenas reflexivas y contemplativas, pero quizás en este caso se ha pasado de frenada. Me da la sensación de que los cuatro tomos que compone la obra originalmente se podrían haber compactado en tres. ¿Injerencias editoriales? Es posible… De todas maneras, a quien le gusten este tipo de historias, donde es casi más importante lo que ocurre en la cabeza de los personajes que lo que ocurre fuera, disfrutará con Lupus.

“Con Lupus, Frederik Peeters no sólo ha consolidado la promesa que ya había anunciado en Píldoras azules, sino que además ha despuntado como uno de esos raros autores capaces de otorgar una impronta íntima, reflexiva y sumamente personal a sus trabajos de género, trascendiéndolos y enriqueciéndolos. ”

Óscar Palmer. Revista U

En cuanto al dibujo, Peeters está a su -gran- nivel. Durante la lectura del tomo se nota una leve evolución, sobretodo en el uso del sombreado, favoreciendo el entendimiento del trazo. También es cierto que durante la historia el entorno varía mucho, aunque principalmente de un entorno salvaje a uno más aséptico. Aunque creo que es algo más general. No hay que olvidar que, con Lupus, Peeters todavía no había acabado de pulir el estilo, ya de por sí muy depurado ya desde sus inicios.

Lupus no solo sorprende con su título

Aunque el entorno de ciencia ficción puede echar para atrás a más de uno o una, éste sólo sirve de herramienta argumental para trasladar a los personajes a situaciones que al autor le interesa que vivan. La huida hacia delante, los problemas que trae la convivencia, la soledad o el envejecimiento se tratan aquí con mimo y cuidado. Todo ello a través de unos personajes que son tan humanos que casi se vuelven tan realistas como, a veces, odiosos.

Tal como lo he entendido, el mensaje principal de la obra tiene que ver con que nada es inmutable, todo cambia, aunque a la vez puede hacerse largo y tedioso. La aceptación de la madurez y la mejor perspectiva que te aporta de lo que significa estar vivo: la importancia de las cosas es relativa según el punto de vista que se utilice.

“Personajes con densidad cobran vida gracias al trazo firme y la sugerente imaginería de Peeters. Una narrativa plagada de impresionantes encuadres, pinceladas minimalistas y líricos silencios cósmicos.”

Andrés S. Braun. El País

Pros

• El trasfondo filosófico de la obra
• El realismo de los personajes

Contras

• El ritmo lento de algunos tramos