En el mundo del cómic hay parejas creativas que marcan época, y Ed Brubaker junto a Sean Phillips es una de ellas. Llevan más de 20 años publicando historias que han recibido premios internacionales y el reconocimiento de la crítica. Su estilo es inconfundible en el mundo del cómic: relatos de corte noir, protagonizados por ladrones, gánsteres y personajes al límite, siempre con un enfoque adulto y cercano al cine de Scorsese o series como The Wire.
El dibujo de Phillips resulta muy reconocible por su estilo realista, casi fotográfico, y por el uso expresivo del blanco y negro. Es capaz de transmitir tanto la crudeza de la vida en los márgenes como la elegancia propia del mejor thriller.
No es sorprendente que Prime Video tenga en preparación una serie sobre Criminal, su obra más reconocida.

Mis héroes siempre han sido yonquis: más allá de un título llamativo
La obra que reseñamos hoy gira en torno a una protagonista ingresada en un centro de desintoxicación, que idealiza la figura del artista yonqui y vive allí un romance complicado. Aunque la trama es sencilla y accesible, en este caso los personajes resultan menos atractivos que en otras historias del dúo, lo que puede hacer que algunos lectores no se sientan identificados.
El dibujo también se percibe menos pulido de lo habitual, con un trazo más brusco que deja entrever demasiado el trabajo fotográfico de base que suele usar Sean Phillips. Aun así, sigue siendo un cómic de calidad notable, fácil de leer por su brevedad y con un precio accesible.

¿Por qué lo recomiendo en un taller de cómic (para adultos)?
Más allá de si esta obra concreta convence más o menos, Brubaker y Phillips son un referente imprescindible para quienes quieran aprender narrativa gráfica. Sus cómics muestran cómo:
– Se construye una atmósfera y un tono coherente.
– El dibujo refuerza el estado emocional de los personajes.
– Trabaja con referencias fotográficas y las integra a la perfección.
– Se pueden contar historias autoconclusivas con gran impacto.
Por eso, si tenéis curiosidad por su trabajo, os animo a empezar por Criminal, una serie de relatos independientes ambientados en un mundo realista y duro. Es un material que suele encontrarse en bibliotecas y resulta ideal para jóvenes y adultos que quieran acercarse al cómic desde otra perspectiva.
Lectura, aprendizaje y creatividad
En nuestras actividades extraescolares de cómic y manga, animamos a los alumnos a descubrir obras variadas que enriquezcan su mirada. Aunque es una obra para adultos, puede ser muy interesante observar algunas viñetas de referencia de Brubaker y Phillips. Un cómic no solo es una buena historia, sino también aprender recursos narrativos que luego se pueden aplicar en sus propios proyectos. Con una mancha negra bien situada, por ejemplo, se puede explicar más que con un dibujo muy detallado.
👉 Recomendación para familias: aunque estemos hablado de una obra para adultos, si vuestro hijo o hija está interesado en la narración visual, seguro que disfrutarán de una historia de suspense y aprenderan con esta lectura: Detective conan










